La fascitis plantar consiste en la inflamación de la fascitis de la planta del pie, una banda de tejido elástico que se extiende desde el calcáneo hasta la zona metatarsal, situada delante de los dedos.
Esta estructura tiene una función esencial en el caminar, pues es una de las principales responsables de mantener el arco plantar, absorber y devolver la energía que se produce cuando el pie impacta contra el suelo. Además, se encarga de proteger los metatarsianos evitando un exceso de flexión de los dedos.
Esta lesión es la más común entre los deportistas y suele producirse sobre todo en corredores de fondo o en jugadores de baloncesto, por tener que hacer largas carreras sobre una superficie irregular. En aquellos que no practican deporte con asiduidad suele presentarse a partir de los 45 años.
El síntoma principal de esta lesión es un dolor que se produce en la zona interna del talón, la parte en la que se inserta la fascitis plantar, y que suele manifestarse más intensamente por las mañanas debido a la rigidez matutina de la fascia, que por la noche se acorta.
El dolor suele ir acompañado de hinchazón leve, enrojecimiento y sensibilidad en la parte inferior del talón.